¿Por qué algunos niños tienen dificultades para reconocer sus emociones?

Los niños pequeños están en pleno proceso de desarrollo emocional y cognitivo. No nacen con la capacidad de identificar sus emociones de manera automática, sino que aprenden a hacerlo a través de la interacción con su entorno y con los adultos que los rodean. Algunos factores que pueden dificultar este proceso son:

Falta de vocabulario emocional: Si no conocen las palabras para describir lo que sienten, les resulta más difícil expresarlo.

Escasas experiencias de modelado: Si los adultos no nombran sus propias emociones o no validan las de los niños, estos pueden tener más dificultades para reconocerlas.

Procesamiento sensorial o emocional: Algunos niños pueden experimentar las emociones de manera muy intensa o, por el contrario, no ser tan conscientes de sus estados internos, lo que dificulta su reconocimiento.

Estrés o ansiedad: Situaciones de tensión pueden generar desregulación emocional y dificultar la identificación de lo que se siente en el momento.

¿Cómo impacta la dificultad para reconocer emociones en la infancia?

Cuando un niño no logra identificar lo que siente, puede manifestar sus emociones a través del comportamiento. Es común que los niños pequeños expresen el enojo con rabietas, la tristeza con llanto prolongado o la frustración con evitación de ciertas actividades. Si no reciben herramientas para identificar sus emociones, pueden:

  • Frustrarse con facilidad y tener explosiones emocionales.

  • Tener dificultades para comunicarse con los demás.

  • Sentirse incomprendidos y desarrollar inseguridad.

  • Mostrar conductas desafiantes como oposicionismo o aislamiento.

  • Dificultar su desarrollo de habilidades sociales y su relación con pares y adultos.

Actividades para fomentar el reconocimiento emocional en casa

El reconocimiento emocional se puede trabajar desde pequeños a través del juego y la comunicación diaria. Algunas estrategias que pueden ayudar incluyen:

1. Juego de las expresiones

Colóquense frente a un espejo y jueguen a hacer diferentes expresiones faciales. Pregunten: "¿Cómo se ve una cara feliz? ¿Y una enojada?". Luego, relacionen cada expresión con una situación cotidiana.

2. Lectura de cuentos emocionales

Utilizar cuentos donde los personajes expresen emociones ayuda a los niños a identificarlas y comprenderlas. Hagan preguntas como: "¿Cómo crees que se siente este personaje?" o "¿Cuándo te has sentido así?".

3. Termómetro emocional

Dibujen un termómetro con colores o caritas que representen diferentes niveles de intensidad emocional. Durante el día, anímenlos a señalar cómo se sienten y por qué.

4. Tarjetas de emociones

Creen tarjetas con imágenes de diferentes emociones. Utilicen situaciones cotidianas para relacionarlas, por ejemplo: "Cuando te dan un regalo, ¿qué emoción sientes?".

5. Modelado verbal

Los adultos cumplen un rol fundamental en la enseñanza emocional. Nombrar las emociones propias ayuda a los niños a hacer lo mismo: "Hoy estoy un poco cansado, así que necesito descansar" o "Estoy feliz porque vamos a jugar juntos".

6. Caja de herramientas emocionales

Ayuden a los niños a encontrar estrategias para regularse cuando sienten emociones intensas. Algunas opciones incluyen respirar profundo, pedir un abrazo, ir a un rincón tranquilo o usar objetos sensoriales.

El reconocimiento emocional es una habilidad clave para el desarrollo infantil y se puede fomentar día a día con pequeñas acciones. Cuanto más acompañemos a los niños en este proceso, más herramientas tendrán para gestionar sus emociones y comunicarse con los demás. .

Si notas que tu hijo tiene dificultades para reconocer y gestionar sus emociones, la terapia ocupacional puede ayudar con estrategias adaptadas a sus necesidades. ¡No dudes en consultar!


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